Calidad, confianza, creatividad, esfuerzo, espiritu positivo, excelencia personal, honestidad, laboriosidad, etc,.. son algunos de los valores indispensables en el mundo laboral. A continuación un artículo que me ha parecido muy interesante y digno de poner en práctica cada día, un poco extenso pero merece la pena leerlo.
La Calidad
- Trate de hacer todo bien, desde el principio hasta el final, cuidando los detalles.
- Planee con tiempo cada uno de los procesos y actividades. Así se evitarán las improvisaciones que tanto daño hacen a la calidad.
- Ponga los cinco sentidos en lo que hace -atención y concentración-: requiere esfuerzo pero vale la pena por la calidad obtenida.
- No se acelere, declárele la guerra a las urgencias. Serenidad, calma, pero sin pausa.
- Revise las cosas dos veces. Tenga una actitud permanente de autoevaluación de sí mismo y de todo lo que hace. No se conforme con la calidad obtenida.
- Cuidando las cosas pequeñas, la calidad se convierte en excelencia: cada vez un poco mejor.
- Tenga ojos para ver lo que otros no ven: detalles que pueden ser mejorados. Detecte los problemas cuando son pequeños y soluciónelos en ese momento.
- De nada sirve cuidar la calidad de vez en cuando, o en algunos procesos. La calidad es en todo y siempre.
- Armonía en los detalles. Buen gusto. La calidad es bella y lo pequeño es hermoso.
- Calidad en nuestro ser. Calidad en nuestras actividades. Calidad en las cosas.
La confianza
- Sentir que se confía en uno es la motivación mayor que tiene el ser humano para hacer las cosas bien.
- La desconfianza genera ansiedad en uno mismo y mueve a la simulación.
- Cuando se fracasa, cuando las cosas salen mal, se necesitan menos fiscales y más abogados defensores; menos regaños y más ayuda.
- Es necesario confiar en la gente; pero al mismo tiempo se debe emprender una acción educativa para que todos sepan qué hacer y por qué hacerlo.
- Además de confiar en los demás, se precisa tener confíabilidad; es decir, ser digno de la confianza de los demás. Se logra haciendo bien el propio trabajo y viviendo con integridad personal.
- Hay que descubrir en los demás lo positivo que tienen, las posibilidades futuras, las capacidades que pueden desarrollar. Para eso conózcalos bien y confíe en ellos.
- Confiar, comprender, disculpar y perdonar: son escalones de un proceso.
- Ser compañeros es estar dispuestos a ayudar, cooperar, compartir, ser solidarios. Ser amigos supone, además, querer lo mejor para el otro y estar con ellos "en las duras y en las maduras".
- Si usted manda sobre alguien, debe lograr que éstos hagan las cosas por convicción, por compromiso personal, como consecuencia de los principios que quieren vivir. Por eso dirigir es educar.
- Cuando alguien defraude su confianza, no piense mal de esa persona. Mantenga la confianza y redoble los procesos de ayuda. Acabará sacando lo mejor del otro.
La creatividad
- La creatividad, más que un talento innato de algunas personas, es una consecuencia del trabajo perseverante de los individuos que buscan hacer cada vez mejor su tarea diaria.
- Todo proceso es susceptible de ser mejorado. Cualquier problema puede tener una mejor solución. Este convencimiento es la raíz de la creatividad y la innovación.
- Favorece la creatividad, el hecho de no actuar por esquemas fijos; salirse de la manera habitual de hacer las cosas, buscando modos más eficientes.
- La capacidad de observación -el arte de ver detalles y situaciones que pueden ser mejoradas-, es el inicio de la innovación. Después se deben buscar alternativas de solución; y por último hay que intentar una... y mil veces la que nos parece mejor.
- Escuche mucho y lea mucho. Después ponga la fantasía a volar.
- El aprendizaje requiere curiosidad intelectual. Observe todo y a todos para aprender de cada persona y de cada situación. Hágase preguntas y busque las respuestas.
- Cuando algo le salga bien, procure identificar cuál es la causa del éxito. Tome nota –es importante dejarlo escrito, para los demás-, y aplique la misma receta a otros asuntos.
- No le tenga miedo al fracaso, a quedar mal. Piense por qué no salió como usted esperaba. Corrija y siga adelante, sin importarle "el qué dirán".
- Estudie cómo hacen los demás su tarea; fíjese en aquellos aspectos en que destacan. Pregúntese por qué le salen las cosas bien, e imite algún procedimiento.
- Elimine el lenguaje bloqueador de su vida: "siempre se ha hecho de esa manera"; "así me enseñaron"; "no compensa cambiar". Este lenguaje constituye el mayor impedimento para la innovación.
- Todo lo que vale, exige esfuerzo, disciplina, dedicación. Decídase a emprender ese camino cada día.
- La paciencia todo lo alcanza. Cambie la impaciencia por la perseverancia en el empeño. El tiempo es necesario para alcanzar cualquier objetivo.
- Ejercitar la paciencia es una manera de fortalecer la voluntad: paciencia para escuchar a los inoportunos, para controlar los impulsos, para no contestar mal, etc.
- Establezca un horario para su vida y ajústese a él, con flexibilidad, pero con exigencia. No lo cambie por cualquier excusa.
- Lo que hay que hacer, se hace: ¡ahora! Sin aplazarlo. Si algo le supone esfuerzo, esa es una buena razón para hacerlo. Ahí radica la clave de la superación personal.
- Hable claro, aunque pase un mal rato. Pero hágalo como le gustaría que lo hicieran con usted.
- ¡Atrévase! Corra riesgos, sin dejar de ser prudente. No se asuste por el miedo a fracasar o por las dificultades que encontrará. Sea audaz.
- Ejercite la voluntad cuidando los detalles pequeños: organizar el escritorio, recoger un papel del piso, sonreír a alguien, contestar bien el teléfono, cumplir un plazo, etc.
- Otras maneras de fortalecer la voluntad es perseverar en lo que comienza: una dieta, un plan de ejercicios, el aprendizaje de un idioma, la lectura de un libro... Comenzar lo hace cualquiera; sólo los triunfadores van hasta el final.
- El autodominio es importante para ser libre, pues de lo contrario se es prisionero de uno mismo. No acepte ser esclavo de sus vicios o de sus sentimientos negativos: sublévese, sepárelos de su vida.
- El Espíritu Positivo es una mezcla de serenidad interior, optimismo, caras amables y buen humor. Cultive estas cuatro plantas.
- Tenga ojos para lo positivo, no se detenga en lo negativo únicamente. Elimine el pesimismo y el derrotismo, considerando los aspectos positivos de la realidad.
- No permita que la conducta sea resultado de su estado de ánimo: cuando no se sienta bien, sonría; cuando las cosas salgan mal, ríase.
- Estar siempre alegre es el mejor regalo que puede hacerle a los demás: sonría y mire con cariño.
- El lenguaje anima o desanima. Por eso no hable cosas negativas -críticas, quejas, lamentos-, ni siquiera con el fin de motivar a otros.
- Haga de la confianza una clave de su vida. El Espíritu Positivo es el resultado de confiar en uno mismo, en los demás y en Dios.
- Vea las realidades presentes con "ojos de futuro"; así tendrá serenidad. Ahora se ríe de las "tragedias de niño"; después se reirá de las "tragedias de ahora".
- No se tome demasiado en serio a sí mismo. No considere los defectos de los demás como ofensas personales. No haga tragedias de cosas sin importancia. Así vivirá alegre.
- Prefiera entre sus amistades a personas alegres y serenas. Destierre a los "aguafiestas".
- Tenga los pies en la tierra y el corazón en un sueño. El entusiasmo es el estado de ánimo resultante de poseer una visión esperanzada de la vida. Por eso impóngase retos.
La excelencia personal
- La excelencia comienza con un conocimiento realista de uno mismo: fortalezas y debilidades.
- No hay excelencia sin exigencia. No hay calidad personal sin esfuerzo. Por eso vencer la pereza y la comodidad es el inicio de la excelencia.
- Sea sincero con usted mismo: no confunda lo que es, con lo que le gustaría ser. Pregunte a los demás cómo lo ven; así tendrá una buena base para el autoconcepto.
- La excelencia supone repetición de acciones buenas. La fuerza de voluntad se adquiere por repetición de actos que requieren esfuerzo. Por eso, pase a la acción: no se quede en buenos deseos.
- La agresividad es una señal de inseguridad. Los complejos, los miedos, las manías... van minando la propia seguridad.
- La envidia y el orgullo son autodestructores de la excelencia.
- Dos síntomas de autoestima inapropiada: mirar a los demás con aires de superioridad y la falta de confianza en uno mismo.
- La excelencia personal es un proceso de mejoramiento continuo para desterrar hábitos negativos y adquirir otros positivos.
- Cuando quiera decir sí, dígalo; cuando quiera decir no, también. Atrévase y no se sienta mal por decirlo. Es su derecho. Pero hágalo con buenas maneras.
- La excelencia no es la presunción del que se cree perfecto o del que piensa que todo lo puede por sí mismo. Es el convencimiento de que con la ayuda de los demás y de Dios, unidos al esfuerzo personal, puede ser mejor cada día.
La honestidad
- La persona íntegra vive lo que predica y habla lo que piensa.
- La sinceridad consiste en decir toda la verdad, a quien corresponde, de modo oportuno y en el lugar correspondiente. Decir la verdad no implica irrespetar a nadie.
- La persona íntegra, además, es auténtica. Hay coherencia entre lo que hace y lo que debe hacer, de acuerdo a sus principios. Vive auténticamente como un ser humano.
- La persona que miente (por engaño, exageración, precipitación al hablar, etc.) se hace un daño a sí misma. La mentira es auto-destructora; siempre se paga.
- Mentir para dañar a alguien; robar al pobre; hacer fracasar a alguien voluntariamente, son injusticias "gordas".
- Ser justo es dar a cada uno lo suyo, lo que le corresponde: salario, derechos, reconocimiento, gratitud.
- La falta de integridad se quiere justificar diciendo que todos actúan así; o que es la única forma de salir adelante. Es necesario vivir según los principios, aunque esto suponga ir "contra corriente".
- Ser honesto es ser transparente; Es necesario desprenderse de las máscaras que el ser humano se pone para defenderse, para ocultar sus inseguridades o miedos. El recelo, la agresividad, las apariencias son algunas de estas máscaras.
- Una falta de sinceridad, de veracidad, es aparentar una imagen que no corresponde con la realidad. Por ejemplo, aparentar virtudes que no se tienen.
- Preocuparse excesivamente por "el qué dirán", aparte de mostrar inseguridad en uno mismo, es una falta de sencillez. También lo es justificarse o excusarse.
- Laboriosa es la persona que ama el trabajo y trata de hacerlo bien.
- La laboriosidad lleva consigo el afán de aprovechar el tiempo, de concentrarse en el trabajo y de no abandonar actividades a medio hacer.
- Haga el trabajo con entusiasmo, de buena gana, con empeño, aunque esté cansado y le suponga esfuerzo.
- Un enemigo de la laboriosidad es el afán de moverse mucho, confundiendo este valor con el activismo. Piense en las hormigas o en las abejas. Huya de la precipitación.
- Una manera de perder el tiempo es hacer muchas cosas, dispersas, y no acabar ninguna de ellas. Otra forma de perder el tiempo es hacer las cosas mal, pues hay que repetirlas.
- Un enemigo grande de la laboriosidad es la falta de diligencia; es decir aplazar las cosas, llevar un ritmo cansino, no tener iniciativas...
- Respete el tiempo de los demás: sea puntual. No interrumpa el trabajo de otros. Prepare las reuniones. Estudie los asuntos antes de hablar con otra persona. Así su tiempo y el de los demás será más productivo.
- Laboriosidad es hacer en cada momento lo que se debe hacer; no lo más urgente ni lo que más le gusta. Primero lo Primero.
- Cuando esté cansado haga una actividad que le exija menos esfuerzo; cambie de ocupación. Distribuya los distintos trabajos a lo largo del día y la semana según el nivel de dificultad y su capacidad productiva.
- El trabajo cuando se hace por valores y con valores desarrolla la personalidad del ser humano, proporciona prestigio profesional, incrementa las propias capacidades, sirve para sacar adelante la familia y contribuye al bienestar social. El trabajo es una bendición de Dios.
- La persona leal, lo es con la empresa, con la familia y con la sociedad.
- Hablar mal de alguien que no está presente es una falta de lealtad a esa persona.
- Pertenencia es tener la "camiseta puesta", lo cual significa trabajar como si la empresa fuera de uno.
- El compromiso con la organización debe ser total. Sin embargo, no se pueden transgredir los principios, por buscar el beneficio de la empresa o de algún compañero.
- La palabra dada es sagrada: sea fiel a ella.
- Pertenecer a una empresa es identificarse con su Cultura Organizacional: alinear los propios valores con los valores corporativos.
- El compromiso y la lealtad son de doble vía: de las personas hacia la organización y de ésta hacia la gente. Usted haga su parte.
- Compromiso significa solidaridad para con todos: colaboración, ayuda mutua... La unión hace la fuerza. Hoy por ti, mañana por mí.
- El empeño por conservar el buen ambiente es una manifestación de pertenencia. Por eso declárele la guerra al chisme.
- Al corregir, cuando sea necesario, hágalo como le gustaría que lo hicieran con usted. Hable de forma directa y clara, pero con delicadeza.
- Adquiera el hábito de observarse a Ud. mismo como se mira a otra persona: así será más objetivo en el auto-juicio.
- Usted es el responsable de su propia vida: no deje que sean los demás, o los sentimientos, o las circunstancias, quienes determinen su conducta: elija y decida qué hacer a pesar de aquellos factores.
- Los resultados de ahora no lo deben desanimar: siga adelante en la decisión tomada, si piensa que es la mejor.
- No haga algo por costumbre, porque es la moda, o porque le gusta: piense, elija y actúe según sus principios.
- Cuando se proponga un objetivo, cúmplalo. Cuando se comprometa con alguien o con algo, hágalo.
- Después de tomar una decisión, es necesario asumir las consecuencias de esa elección. Lo contrario es una irresponsabilidad.
- No existe responsabilidad sin iniciativa: busque en todo momento la forma mejor de hacer las cosas. No sea un mero ejecutor de instrucciones.
- Quejarse, lamentarse, achacar culpas a otros, son formas de perpetuar los problemas. Procure usted ser mejor en eso que critica y así estará ayudando a los demás.
- La opinión de los demás sobre usted -críticas, alabanzas, chismes, etc.- no deben perturbarlo: haga las cosas bien, según sus principios, sin importarle "el qué dirán".
- Todos somos responsables del éxito de la organización. No piense que un tema no le corresponde, porque nadie se lo ha asignado: sea solidario con aquel que le corresponde hacerlo.
- Respetar a una persona es tratarla como se merece, de acuerdo a su dignidad de ser humano (todos somos iguales en este sentido), y a la posición que ocupa en una colectividad.
- Vivir los buenos modales, y las normas de educación son señales claras de respeto a los demás.
- El respeto implica no apropiarse de ideas ajenas, lo cual sería un robo; también reconocer los méritos de los demás, sin apropiarse del éxito ajeno, lo cual es otra injusticia.
- El respeto implica valorar a cada persona, su fama, su tiempo y sus pertenencias.
- Cuando no se puede hablar bien de una persona es mejor callar. Evite juzgarla, si no tiene obligación de ello.
- La murmuración destruye el ambiente de trabajo, pues daña las relaciones interpersonales. No inicie ni propague chismes bajo ninguna excusa.
- El respeto es también tolerancia. Es decir no atrepellar a otras personas y valorar las diferencias. Pero hable claro de sus ideas.
- La cortesía, la amabilidad, el agradecimiento, la puntualidad, las caras amables... son formas de mostrar respeto.
- Separar los hechos de las personas está en la raíz del auténtico respeto: la conducta inapropiada se debe corregir; en cambio a las personas se les comprende.
- Valentía para expresar y defender las ideas propias. Respeto y consideración por las ideas ajenas. El equilibrio entre estas dos posturas es señal de madurez.
- La calidad del servicio que usted presta está directamente relacionada con la motivación que tenga para servir a los demás.
- Cuando se esfuerce por ofrecer un buen servicio, no espere recompensa; hágalo porque servir es uno de sus principios.
- Un buen servicio es aquel que se anticipa a las necesidades de las personas.
- Para ofrecer un buen servicio no es suficiente dominar unas técnicas de relaciones humanas. Se requiere disciplina, sentido del deber, compromiso con los principios... y querer a la gente.
- El servicio no admite vacaciones, ni excepciones: debe ser permanente, con cada persona. El público no existe; existen individuos concretos.
- Póngase en el lugar del otro: qué piensa, qué quiere, cómo se siente. Y pregúntese: ¿qué puedo hacer para ayudar a esta persona?
- Tenga en cuenta que los demás no tienen porque adivinar sus buenas intenciones de servir. Sólo ven su cara: el espíritu de servicio hay que concretarlo en la sonrisa, la mirada amable ylos detalles de cortesía.
- Trate de igual manera a sus compañeros de trabajo que a los clientes. Viva el espíritu de servicio con todos y siempre: clientes, proveedores, compañeros, familiares, etc.
- Darse a los demás, sirviendo, produce alegría y crecimiento personal; otorga puntos para la propia carrera laboral; merece el respeto de los otros, y agrada a Dios.
- Cuando sirve a otros, usted vive muchos valores: colaboración, ayuda, buenas maneras, solidaridad, respeto por los demás, calidad, alegría...
Los 10 mandamientos del ejecutivo
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Programe y ahorre su tiempo. No lo malgaste en charlatanerías o bagatelas. Es un tesoro. |
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Tenga un gran respeto por la dignidad de los demás. Trátelos como desearía ser tratado. |
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Guarde equilibrio entre los derechos e intereses de su empresa y los derechos e intereses de las personas que vienen a pedir sus servicios. |
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Haga planes para el futuro no sacrifique los éxitos del porvenir por querer obtener triunfos ya inmediatos. La precipitación es señal de debilidad. |
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No concentre funciones. Asuma el riesgo de delegarlas. Quien centraliza, empequeñece a los otros. |
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Que progrese su empresa, pero que progrese también su personal. Esmérese porque se promuevan y estudien y progresen. |
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Procure estar al día en los conocimientos de su especialidad. Lea. Infórmese. No progresar es retroceder. |
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No desprecie lo seguro y lo cierto por andar tras lo incierto y lo inseguro. Sueñe, experimente, pero no deje los caminos que ya le dieron buenos resultados, por irse por atajos que pueden llevar al precipicio. |
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Rechace de plano todo lo que vaya contra la ley moral, aunque vaya en beneficio de su empresa y aunque el rechazarlo le pueda costar su puesto. Esto es definitivo para su personalidad. |
No crea que lo único importante es su empresa o negocio. Hay también otros valores: la familia, los amigos, la naturaleza. Sea humano, muy humano. |
Del libro “Secretos para triunfar en la
vida”
© Corporación CED
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